TEMA LIBRE: Sentí la necesidad...

- ¡Por todos los duergars malhumorados de la Colina Hueca! ¿Si no se me llega a caer esa maqueta en la cabeza no me doy cuenta! ¡La decoración de la Capilla Anemonina jamás estaría terminada sin ésto!

El elfo aparece por el pasillo hablando solo y arrastrando una escalera, un par de posters, un balde con un pincel y dos cajas que dicen "frágil" en la parte superior de las mismas. Se detiene frente a la puerta de la habitación de la GM, apoya la puntiaguda oreja sobre la misma y una vez que constata que nada se oye, abre cuidadosamente y mete todo.

Subido a la escalera, comienza a aplicar con el pincel en el techo una sustancia pegajosa (que va sacando del cubo) y a empapelarlo con algunos de sus posters preferidos de su nave espacial preferida:


Luego tira todas las porquerías que tiene Anémona en su mesita de luz y coloca primorosamente unas maquetas que saca de las cajas.


- ¡Subyugante! - susurra mientras contempla extasiado el resultado. Se enjuga una lágrima, cierra la escalera, agarra el cubo con pegamento y el pincel y emprende la retirada, cerrando con un pie cuidadosamente la puerta.

*Entra al cuarto, mira las paredes, el piso, el espejo, la puerta, su mesita de luz y se desmaya*

// ¡Mecagoentooooooooo! Desaparezco un par de días y esto es lo que pasa -.-
PD: Los quiero <- es un "perdón" camuflado.

Al escuchar el "bonk" producido por Anémona al desmayarse, el elfo asoma la nariz por la puerta y observa a la GM tendida en el piso. En puntas de pie, para no turbar su reposo, entra, se dirige al armario, lo abre y saca un cobertor con el que la cubre cuidadosamente.

- ¡Pobrecilla! - susurra feliz - La emoción ha sido enorme - mira la habitación - y no es para menos...

Siempre en puntas de pie, sale de la habitación y del picaporte cuelga un cartelito que dice "No molestar" antes de cerrar. Luego va hasta la puerta de la habitación de Orgoron y golpea despacio.

- ¿Señor orco? ¿Está usted allí? Es que he tenido un par de pesadillas y le pediría que me deje acurrucarme en cualquier rincón para dormir, pero con la confianza de saberlo cerca... O podemos jugar a las cartas, si prefiere, o brindar a la salud de nuestra GM, que - por cierto - ha vuelto y disfruta de la decoración de sus nuevos aposentos... ¿Señor orco? ¿Duerme usted? ¿No me abriría la puerta?

Abre la puerta y observa al elfo frente a ella...

Pase mi buen amigo.- Dijo con amigables palabras...

sientase a gusto en mi habitacion...

¿Gusta un trago? ¿que prefiere?

- ¿Tendrá algo de ron? - el elfo pasa alegremente y se sienta en el suelo, en posición de loto - Alguno de mis antepasados debió relacionarse con piratas, porque es notable mi predilección por esa bebida. Aunque a veces termine desmadejado por ahí, tras haber vaciado algunas botellas... ¡Y hablando de bellas durmientes, nuestra GM reposa en su recientemente redecorada habitación y no creo que deba ser molestada en lo más mínimo, si usted me entiende! - le guiña un ojo a Orgoron - Es más, yo cerraría fuertemente esta puerta - señala la de la habitación del orco - por si despierta con mal humor, tras una desafortunada pesadilla...

Observa con aprensión la puerta y busca con la mirada algo pesado para bloquearla.

*El orco, saca unas botellas de Whiskey y le arroja suavemente una a Gibber, acto seguido mueve el inmenso placard y lo coloca frente a la puerta.*

- Con eso debe bastar camarada.- Dicho esto tomo una botella para si y la comenzo a beber...

- Tenemos suficiente alcohol para sobrevivir... jaja

El elfo agarra en el aire la botella y contempla fascinado cómo el orco mueve el inmenso placard él solito. Luego comienza a abrir su bebida y cuando termina, la levanta en dirección al orco:

- ¡Por el mejor camarada de correrías de Luriad! ¡Amigo Orgoron, a tu salud, a la de tu ascendencia y a la de tu posible descendencia! ¡Y que la fuerza de los orcos nos acompañe y jamás nos abandone! (O tendremos serios problemas...)

Gibber da dos largos tragos, mira la botella y dice:

- ¡Whisky! Siempre es bueno variar un poco - bebe hasta la mitad de la botella, mira a Orgo y cree advertir que el orco se vuelve más alto y más verde... o rosa... o amarillo... o tal vez no sea un orco, sino un cisne fornido... ¡Qué más da! Sigue bebiendo...

- No lo bebas tan rapido mi buen amigo, la falta de costumbre te puede jugar en contra...

El orco se sento y comenzo a beber de su botella...

- ¿Rádipo? digo... ¿Rápido? ¡Pero... pero si estoy tomando a sorbitoshhhhh!!!! (glu glu glu) ¡Pequeñitosh shorbitosh que bajan deshpashito! (glu glu glu) ¡Y deja de cambiar de foooorma, me gusdhtó cuando te volvishte una shireeeeenaaaaaaa!!! Pero cuandddo te taransforomasshhte en Baiuuuummm me dio un eshcalorfío... (glu glu glu) Y esho que no shé qué esh un Baiummmmm, pero me gushta cómo shuena: ¡BAIUUUUMMMMMMM!!!

Pone los ojos en blanco y cae redondo hacia atrás. Inmediatamente comienza a roncar.

Jajaja!!!

El orco no pudo evitar largar una carcajada...

- Que mas da...

Dicho esto, Orgoron comenzo a beber de un solo trago la botella, y la que le siguio, y la otra tambien...

Atraido por el ruido de conversaciones algo alegres, por el ruido de algo al caer, y por el olor a alcohol que atufaba los pasillos de la estancia, Oneiros sale de su alcoba y llega hasta la habitación de Orgoron.

-Sniff, sniff. Sí, parece que el olor a bacanal viene de aquí. Entremos.

Pero justo antes se fija casi sin querer en el cartel que hay colgado en la puerta de la habitación de la GM. Dice "No molestar". Instantáneamente, claro, le puede la curiosidad ¿No molestar?¿Porqué no molestar? ¿Tiene el sueño ligero la malvada Anémona? ¿Trama ahí en secreto los designios que nos depararán las tierras de Luriad? O mejor aún ¿tendrá secretos de alcoba de esos por los que se pagan cuantiosas sumas de dinero?. Entremos.

Sin embargo, justo agarró el picaporte de la puerta de Anémona un inusitado remordimiento le venció. Entrar en un dormitorio ajeno sin permiso no es nada caballeroso. Y Oneiros es un pícaro, y un truhán, y un tunante, y una rata callejera como Aladino... pero tiene su particular código ético. Y eso está mal. Así que se volvió a la habitación de Orgoron y llamó a la puerta:

-¿Se puede, señor orco?

*Orgro...
Osco...
Señor moco...
Orco...
Señor orco...*

Hasta que el orco logro entender las palabras su cabeza se disloco completamente.

- Er... Si Oneiros, siempre hay lugar para ti...

Acto seguido Orgoron se puso en pie, a trastabilladas logro llegar a la puerta, no sin antes dartse un terrible golpe contra la pared debido al alcohol que le llegase en ese momento por el acto de pararse...

Como pudo, corrio el gran mueble y abrio la puerta...
Espero a que el picaro ingresara en la recamara y cerro la puerta...

-¿Gusta un trago?

Oneiros vió al elfo tumbado boca abajo sin el menor síntoma de estar vivo. Obviamente, el orco estaba también en ese estado de felicidad simulada que había visto tantas veces antes. Le cogió (agarró ) a Orgoron la botella que le ofrecía y dijo:

-Ehmm sí, sí, claro que gusto. Estooo ¿whisky?. El whisky me sienta tan mal como los latigazos del elfo, que en paz descanse, pero haremos una excepción.

Se sentó directamente en el suelo de la habitación del orco y dió buena cuenta del contenido de la botella.

-Y dígame, mi feo amigo ¿qué se celebra? ¿y porqué a la GM no se le puede molestar?¿Se fijó en el cartel que ha puesto en la puerta de su cuarto?.

- ¡BAIUUUUMMMMMMM!!!!

El elfo se incorpora, ríe a carcajadas, se ahoga, vuelve a poner los ojos en blanco y cae nuevamente hacia atrás diciendo:

- ¡La GM eshhh Baiuuuuummmmm!

Comienza a roncar suavemente, tal vez en clave de sol, probablemente en re menor... o do sostenido... Quién sabe.

Esha Ashnemoshna jamash shabra lo que le sucedio a su hab.. hab.. pieza...


El orco increiblemente vacio una nueva botella y fue en busca de otra, al levantarse se derrumbo cual arbol talado y permanecio tumbado en el suelo...

-Pero bueno ¿que les ha pasado a estos dos? ¿Y quien carajos es ese Baium?. Mejor echo un vistazo a la habitación de la GM pero... ¿y si la sorprendo en paños menores? ¡Qué situación!

*Se agarra el mentón con la mano derecha mientras pone cara de pensar muy concentrado*
-Jejeje, voy a la habitación esa, voy. Aunquee.... estos dos están dormidos y... bueno, nada, nada, voy a ver.

Tanto el elfo como el orco están profundamente dormidos, asi que Oneiros cierra la puerta y sale de la habitación.

Mientras se dirije a la puerta de la habitación de la GM, contempla la figurita de Wolverine que misteriosamente ha volado desde una de las estanterías de Orgoron a su bolsillo. La guarda y, antes de llegar a la puerta de la GM decide ir al mercado a ver cuanto dinero saca por una de las maquetas de Star Trek que ha "tomado prestada" también. Luego, decidió, entraría a ver esa habitación.

Al oir el sonido de la puerta cerrandose, Orgoron abre un ojo y, acto seguido, se levanta y cierra la puerta "por las dudas"... Coje una botella de Dwarven beer y la comienza a beber, sin antes arrojarle una al desmayado Gibb

*Se levanta de repente, casi dando un salto. Se queda pensando, unos segundos, fregándose los ojos. Levanta la vista y ve que todas las porquerías siguen ahí*
Voy a matar a alguien... ¿pero a quién?
*Se queda pensando un rato más hasta que ve, sobre su mesa de luz, un jueguito electrónico. Lo mira de reojo una, dos, tres veces hasta que finalmente no puede con la tentación y va, lo agarra y se pone a jugar*
¡TETRIS!

//
Jaajajajajjajajajajjaja
Justo ahora que iba a entrar en tu habitación ¡Te despiertas! jajajjaja ¿Temías algo?

// ¿Debería temerle a algo?

Orgoron escribió:

Al oir el sonido de la puerta cerrandose, Orgoron abre un ojo y, acto seguido, se levanta y cierra la puerta "por las dudas"... Coje una botella de Dwarven beer y la comienza a beber, sin antes arrojarle una al desmayado Gibb

Al recibir el botellazo, Gibbergeist se levanta como un resorte.

- ¡Atrás, malvada Anémona! ¡Del ataque de monstruos más feroces que tú me he librado y... ...!

Al comprobar que Anémona no está en la habitación, mira a un lado y a otro, se fija en la puerta bien cerrada y observa al orco bebiendo cerveza.

- Caramba, señor orco, juraría que nos atacaban...

Emmmm, yo seguiría perooo... ¿esto no es un offrol? ¿Vamos a montar otro rol paralelo? ¿Donde está el moderadoor? (jur jur)

Anemona escribió:

¿Debería temerle a algo?

Tú sabrás. ¿Que tal si dejas de responder con preguntas?

Oneiros escribió:

Tú sabrás. ¿Que tal si dejas de responder con preguntas?

¿Por qué, si las respuestas responden a tus preguntas?

El elfo se para frente a la habitación de la GM. Mira a un costado (Nadie por aquí). Mira al otro (tampoco por acá). La inactividad y el aburrimiento son peligrosos, decía Mamá Janna. Y Gibbergeist piensa combatirlos con energía, sea éste un lugar para el off-rol o no lo sea...

Apoya la mano en el picaporte y quiere abrir la puerta... ¡pero se encuentra que está cerrada con llave! ¡Anémona de los mil demonios chirriadores! ¿Qué ha ocurrido con la confianza, con la lealtad, con el espíritu de hermandad y fe ciega de Luriad?????

Resoplando contrariado, saca una tarjeta y la tira por debajo de la puerta...


- Estamos para ayudar - susurra, y silbando una pegadiza melodía, sale por el pasillo a por un buen ron que lo ayude a pensar cómo "seguir ayudando"...

*Al escuchar un sonidito, se gira y ve algo al lado de la puerta. Se acerca, lo agarra y se toma un momento para leerlo. Se queda totalmente sorprendida (así: O________O), y luego de unos segundos abre la puerta para buscar al culpable, para no encontrarlo*
¿¡Qué es esta tarjeta!?
*Finalmente, corre al teléfono y marca el número que figura en ella*